La piña fresca es una fruta tropical que se puede disfrutar de muchas formas. Se puede comer cruda, en ensaladas, en jugos, en postres o en salsas. La piña fresca tiene un sabor dulce y ácido, y una textura jugosa y fibrosa. La piña fresca es rica en vitamina C, manganeso, bromelina y antioxidantes.
Estos nutrientes pueden ayudar a mejorar la digestión, la inmunidad, la inflamación y la salud de la piel. La piña fresca también tiene un bajo contenido calórico y un alto contenido de agua, lo que la hace una fruta ideal para hidratarse y controlar el peso.